XV años floreciendo: la historia de La Violetera
Una historia que nació entre flores y sueños
Para Ana Sol, las flores siempre han sido una de las creaciones más bellas de Dios.
Sus colores, texturas y fragancias tienen el poder de transformar espacios, despertar emociones y llenar de alegría cualquier rincón.
A lo largo de la historia, las flores han acompañado al ser humano como regalo, ofrenda y símbolo de amor; reflejo del paso del tiempo y de la vida misma.
“Las flores son un reflejo de la vida y del tiempo.”
El origen de un sueño
La historia de La Violetera comenzó hace 15 años, pero sus raíces se remontan mucho más atrás: al jardín de la abuela de Ana Sol, un espacio lleno de árboles frutales y flores donde nació su amor por la naturaleza.
Ese recuerdo de infancia floreció con el tiempo hasta convertirse en una visión: crear un mundo floral donde las flores no fueran solo un regalo, sino una forma de inspirar, conectar y emocionar.
El nombre La Violetera nació inspirado en la icónica película de los años 50 protagonizada por Sara Montiel, donde interpretaba a Soledad, una joven que vendía flores a la salida del teatro.
Esa imagen —una mujer transformando el día de los demás con algo tan sencillo como un ramo— la conmovió profundamente. Además, compartían el mismo nombre, lo que hizo aún más fuerte esa identificación.
“La Violetera también refleja mi deseo de dignificar el trabajo de quienes venden flores, honrando su esfuerzo y amor por lo que hacen.”
El arte de diseñar con flores
Cada temporada, en La Violetera nacen nuevas colecciones florales inspiradas en las tendencias del mundo, pero siempre creadas pensando en lo más importante: el gusto y la emoción de quienes las reciben.
Porque en La Violetera, cada arreglo es más que flores: es arte, emoción y un recuerdo inolvidable.
Esa búsqueda constante de excelencia ha convertido a La Violetera en una florería reconocida por su creatividad y calidad.
Sus flores son seleccionadas cuidadosamente desde su cultivo hasta llegar a las manos de quien las recibe, garantizando frescura, belleza y un toque artístico inconfundible.
La formación que florece
Ana Sol ha dedicado su vida a prepararse. Con cinco certificaciones en Londres, además de estudios en Nueva York, Ámsterdam y Singapur, ha nutrido su visión con lo mejor del diseño floral internacional.
También ha trabajado y aprendido junto a grandes referentes como Preston Bailey, Karen Tran, Kiana Underwood (Tulipina) y Lacy Bird, entre otros.
Esa formación constante la llevó a fundar la Escuela de Diseño Floral La Violetera, un espacio creado para compartir conocimiento y despertar la creatividad de nuevas generaciones de diseñadoras florales.
Lo que comenzó como un canal de YouTube hace 15 años hoy se ha convertido en una comunidad global de más de 10,000 alumnas que han encontrado en las flores una forma de expresión, arte y crecimiento personal.
Un aniversario con gratitud infinita
Cumplir 15 años es mucho más que un número: es celebrar la constancia, la pasión y el amor por las flores.
Es mirar atrás con gratitud por cada historia compartida, cada aprendizaje y cada cliente que ha confiado en nosotros para enviar sus mensajes a través de las flores.
“Hoy solo tengo gratitud: hacia mis colaboradores, por ser el corazón de cada proyecto; hacia nuestras alumnas, por crecer y florecer con nosotros; y hacia nuestros clientes, por permitirnos expresar lo que llevan en el corazón.”
Una celebración que floreció en comunidad
El festejo de estos XV años reunió alumnas, maestras, amigas, colaboradoras y staff, en un día lleno de sonrisas, anécdotas y la pasión compartida por las flores.
Fue una jornada para recordar y agradecer, donde se sintió el corazón de todo lo que La Violetera representa: unión, gratitud y belleza compartida.
“Gracias por acompañarnos en este camino y por hacer de nuestra celebración un recuerdo inolvidable.”
Estos XV años son más que un aniversario: son la suma de momentos, aprendizajes y amistades que florecen con el corazón. Y lo más hermoso de todo es haberlos celebrado juntas, creando memorias que atesoraremos por siempre.
Porque hoy, después de 15 años, ya no somos solo una florería… somos una comunidad que sigue creciendo, soñando y compartiendo la belleza de las flores. Gracias infinitas por ser parte de estos 15 años y por seguir floreciendo con nosotros.