Las flores de Monet
"I must have flowers always and always" Claude Monet
Su jardín, además de ser su lugar seguro, se convirtió en su musa, el principal motivo de sus pinturas, sobre todo durante sus últimos meses de vida.
Claude Monet embarcaba en un pequeño bote y navegaba por su jardín, así observaba cómo la luz se reflejaba en el agua y en sus flores, esencia que siempre buscó reflejar en sus pinturas la calma y felicidad que él sentía al ver lo hermoso de la naturaleza,.
El pintor tenía dos pasiones en la vida: el arte y la jardinería. Fue él mismo quien plantó su propio jardín y todas las mañanas se levantaba temprano para regar las flores y sembrar nuevas especies, incluso, construyó un jardín acuático con un puente estilo japonés.
Monet fue la figura clave del movimiento impresionista.
Además, fueron las flores las que marcaron el impresionismo; la pasión de Monet por la jardinería lo llevó a definir su estilo artístico, creando un pintura en vivo con sus distintas especies, con tamaños y tonos diferentes para crear efectos de perspectiva y juegos de colores.
Claude Monet y sus lirios
Antes de sus famosos jardines acuáticos, Monet instaló jardines alrededor de su casa y durante su vida pintó más de 250 piezas al óleo de sus estanques de lirios y su puente japonés.
Una de las pinturas más famosas de Claude Monet es ‘Lirios de agua’ y es la búsqueda de una nueva forma de transferir la perspectiva. La orilla, el cielo, el horizonte, los árboles, todo está como un reflejo en el agua.
Durante tantos años, el lirio ha estado asociado con los valores femeninos tradicionales como la maternidad, la dulzura, la pureza.